jueves, 17 de enero de 2008

TRABAJO SOCIAL Y LOCAL CON NIÑOS: ¿TRABAJO POLÍTICO O FILANTROPIA MERCENARIA?

Ayer fui a la Escuela Fray Luis Beltrán con los niños de mi cuadra, pequeños que están entre los 3 y 12 años, nos congregaba la función de "SHREK 3ro": una excusa para poder dar rienda suelta a la entretencion que debe existir entre grandes y pequeños y además trabajar el desarrollo y la gestión social y local que me caracteriza en el barrio. Desde hace unas semanas que en esta Escuela, a la que le he dedicado algunos parrafos en este blog por ser un "espacio liberado y ocupado por los vecinos y las organizaciones sociales del sector", se ha dedicado a hacer de el verano un verano diferente, un verano entretenido. Algo parecido a lo que hicimos con los niños de los AMKS el año pasado cuando los llevamos a la piscina, organizamos campeonatos de baby pa niños y mujeres y además tuvimos la oportunidad de realizar talleres y concursos.
Claro... por que no encontrar de esta experiencia una buena idea si mis vecinos, esos pequeñitos que ocupan la calle todas las tardes no tienen posibilidad alguna de irse de paseo a la piscina, o a la playa, o al sur, o viajar a otro país gracias al negociado incesante que muchos hacen sabiendo que viven a costillas de sus padres.
Entonces cuando estaba ayer con lso niños de mi cuadra, y aparecieron niños de la villa 4 de Septiembre, la población San Andres y Los Block (Paula Jaraquemada) entendí que el trabajo social y local que realizamos con los "viejotes" de los AMKS es un trabajo político. Importante, pertinente y visionario. Estos y muchos apelativos más se podrían defender en una discusión respecto a las nuevas formas de hacer política, de como plantearla en la sociedad, en la relación con los otros y con el espacio. Pero es un trabajo político silencioso y eficaz, ¿saben por qué? por que a través del respeto, comprensión e inclusión es como los niños, los inocentes niños se generan expectatrivas de participación, desarrollo y trabajo comunitario. Los niños no tienen iudea de marxismo, no los une cierta forma de ver el mundo, la composición del barrio o la forma en que se organizan los AMKS, a ellos los reune el juego, la diversión, la calle, la amistad...
Es más, esta visión respecto a las formas en que se debe realizar el trabajo de base, como algunos llaman, me llevó a cuestionar a muchas organizaciones, colectivos, grupos de trabajo que alardean un monton con el trabajo social, político "intranzable", "consecuente" y una pila de apelativos que lo único que hace es agrandar la pequeñez de los objetivos conseguidos. Entonces, si son tan revolucionarios: ¿Por que no hacen cosas en sus barrios?, ¿será por que no son pobladores, será por que no tienen conciencia de barrio?, ¿será por que prefieren aparentar su politicidad mediocre en espacios limitados? ¿Será por que no les da más que para un discurso "integrador" que sólo es redactado por una elite de pensadores izquierdistas?. Quizas hay muchas más preguntas, pero la verdad el trasfondo del problema está en que muchas organizaciones se dedican a reunir a personas que piensan relativamente parecido: un mismo ideario de sociedad; las mismas criticas al sistema electoral, al modelo socio-economico, a la discriminación, a la incapacidad del Estado, etc.
Por eso la pregunta entonces debería ser ¿estamos dispuestos a concebir el trabajo político como una nueva forma de vida, o nos conformaremos con reunirnos los mismos 20 "revolucionarios" de tal o cual lugar o piño?. Yo creo que está mal hecho, pues demuestra la incapacidad de los grupos para alcanzar un trabajo político efectivo con los más niños y los jóvenes. Pues es fácil llegar a cualquier lado, como lo hacen las viejas ricas de las fundaciones, y darles algunos absurdos regalos para conseguir esa filantrópica sonrisa. Juguetes, jugos, juegos, etc, adornan ese bello momento, esa fotografía de la felicidad instantanea y superficial, como lo es toda la información fotografica de hoy en día, que sólo busca el impacto mediático para el reconocimiento de los pares, para que te paren en la calle cualquier chic@fotolog y te diga "que bakan lo que hacen". Claro, la sonrisa de un niño pobre vale millones, sino preguntenle a Ivan Zamorano. Pero los "revolucionarios" se van a sus casas, las de sus padres, y los niños llegan a sus hogares y los papás les sacan la chucha, los encierran y quedan con el amargo sabor de que hay gente que les da sólo una "migita de ternura", por que no tienen las agallas para seguir entendiendo la profundidad de su problema. Es muy distinto caminar por el barrio, que los niños te digan tio, que vayan a tu casa por que los molestan, por uqe quieren jugar en la calle y necesitan que un "adulto" los cuide, que hagan que su familia se invoilucre contigo. Acaso no es este trabajo político???? no es un a forma de unir a la comunidad en torno a la defensa de los niños y del espacio que debemos recuperar, y que ellos se merecen. Espero que todos reflexionen al respecto y nos volvamos a plantear si realmente hacemos un trabajo político o sólo balbuceamos con nuestra filantropia para aparentar algo que no somos.
Es una pequeña reflexión y al que le caiga el poncho... que se lo ponga.
Fraternalmente
Gxaton Igor
Los Albomaniakos
El Boske Albo

1 comentario:

Unknown dijo...

Te felicito por tu artículo. Haz expuesto en forma elocuente una de las tantas falencias del orden establecido: La periferia del poder concentra menos riqueza, menos injerencia política y la manejan facilmente.

Podría seguir argumentando lo anteriormente dicho indicando como vector del virus que tiene "la masa" son los medios de comunicaciones. Pero creo que hay un detalle fuertísimo, que es el cuestionamiento de cada individuo, persona al fin de cuentas, sobre que está dispuesto a hacer por la sociedad partiendo por sus costumbres. En términos más claros ¿soy tan ciudadano porque ejercí alguna vez el voto y lo dí -y perdí- al candidato electo? ¿dependo de el político oficialista para todo lo que concierne con la sociedad?

Pero hay algo más que me preocupa -y no sé como ocuparme de ello- que es la conciencia de cada individuo. ¿Cómo el colectivo va a cambiar horas de TVbasura por una sana busqueda de la verdad? ¿Cómo distinguirá lo constructivo de lo destructivo o de la vacuidad? ¿eso se enseña o es innato?

Bueno, eso sería, "me fui en volá" pero creo que me comprenderás.

Diego

"Con Arellano en la memoria"