sábado, 27 de enero de 2007

No queremos su transantiago de mierda.

Esa es la verdad, no lo queremos, por que no lo pedimos. Nos lo impusieron, como lo han hecho con la moda, la música, la educación y las artes, de modo arbitrario y dictatorial, un modelo de transporte público "modernizador" y "civilizante". Yo me pregunto que se han imaginado estos magnates y políticos de alta alcurnia, o acaso pensarán que tienen frente a ellos a "los ingleses de América", mentiras. No es que queramos sabotear transantiago pero no vamos a pagarles el pasaje completo, no dejaremos de subirnos a la micro por detrás y los choferes no dejaran de llevar por monedas y buscarán a como de lugar no pasar boleto para así hacer más monedas para llevar a sus hogares. La verdad ni siquiera lo sin vida, como las calles y paraderos, inclusive las micros están en condiciones de recibir a los millones de mestizos, mal entretenidos que utilizamos la locomoción colectiva para trasladarnos a nuestro trabajo, escuela o cualquiera de esas esferas alejadas del hogar que nos impone como obligatorias el capitalismo neoliberal caníbal. Es nuestra historia, que se llena de micro historias de desobediencia y desacato las que harán fracasar este modelo, es más, al encontrarse alejado de los barrios los recorridos, tarde o temprano se fundirá en masivas protestas, bloqueos de vías y situaciones que pueden bordear el extremismo como la quema de micros y ataque a sus oficinas y dependencias.
Como anteriormente decía, la imposición de este modelo de transporte no tan sólo trae consigo la monopolización del transporte publico y la exclusión de quienes no puedan tener los recursos suficientes para poder hacer efectivo un viaje cómodo y rápido, como ha sido anunciado con bombos y platillos por la prensa, la radio y la televisión, sino que también trae consigo un mecanismo de control en el flujo de actividades de la sociedad en su conjunto, o al menos la inmensa mayoría que no tiene auto. Si inclusive el mercachifle de Zamorano se está prestando para este sucio juego. Que dirá ahora "Iván" que las denuncias respecto a que las empresas asociadas a transantiago tiene actitudes de matonaje y conductas antisindicales, o será que a través de la ley de donaciones deportivas, impulsado por el sucio Chiledeportes, tiene más de algún acuerdo previo para financiar su asistencialismo vacío para niños pobres. O acaso "bam bam" tendrá que tomar la micro en San Bernardo para llegar, tras tres gotadoras horas, a La Reina a su complejo deportivo??? No, no es así, él seguirá en la farándula con su señora y su hija, manejando su jaguar o cualquier auto que este a su altura. Pero que pasa con todos los pobres weones que no tenemos esas posibilidades... simplemente nos cagamos.
Por otro lado hay que denunciar y prestar atención a la segunda denuncia respecto a las consecuencias del plan transantiago. El transantiago es un mecanismo de control y vigilancia. La obligatoriedad del pase BIP y del carnet de identidad en nuestras billeteras, sonando en todas las micros, metros, etc. permitirá un fácil control sobre los recorridos que hacen los ciudadanos para trasladarse a cualquiera de sus obligaciones. ¿Estaré psicoseado o paranoico, pero ustedes nunca se han preguntado si estamos conectados a través de algún sistema GPS?, bueno no es irreal y tiene que ver con el control estricto del capital sobre la masa de hombres explotados.
Yo creo que lo peor del transantiago es la actitud pacífica que ha tomado la ciudadanía al respecto. Si, quizás también por la elitización de los medios que sólo entrevistas a hippies ciclistas, cuicos e intolerantes que sólo proponen su medio de transporte (como ellos no deben trasladarse de los arrabales de la ciudad hasta las fábricas, construcciones y centros de servicios) son por lo general abogados, rebeldes pero no son pobres, no tienen la visión de la inmensa mayoría de chilenos que si nos afecta directamente el nuevo plan de conectividad vial. Es así todo trae consigo una antítesis en este plan de conectividad encontramos los más crudos rasgos de exclusión, y lo que es peor la vigilancia y control sobre nuestro libre caminar. Es por esta pasividad y por la pequeña visón de parte de los medios de comunicación que se nos presenta como una labor ardua y constante la denuncia y movilización respecto a los problemas que surgen a raíz del plan transantiago, es por eso que si los recorrido son cambiados y desfavorecen a la población se debe recurrir a la movilización retrasando los recorridos, informando y debatiendo con los vecinos que también sufren las consecuencias de este medio de transporte metropolitano.
Justo por estos días tuvimos la oportunidad de ver el montaje de "Royal de luxe", "La Pequeña Gigante", y pudimos apreciar el transporte público hecho mierda frente a La Moneda, que paradójico, pero mientras todo el mundo se "asombraba" del concepto artístico de la obra se estaba debatiendo en la opinión pública la validez del plan transantiago, que irónico que no hayamos tenido la oportunidad de debatirlo por los medios oficiales, una buena instancia para lograr el impacto ciudadano. Pero así es la "Royal de Luxe" nos está demostrando que inclusive con las expresiones artísticas más bellas y llenas de vida se pueden esconder intereses fácticos para someter a los espectadores de tan magno montaje, el transantiago.
No me queda más que exponer que no es disconformismo, muchos podrán opinar que transantiago cambiará a los choferes de mierda de las amarillas, que les asegurara al mismo tiempo capacitación y sueldo fijo, que hay "más comodidad" y "más seguridad". Pero desde ya les decimos: ¡Mentira! Los choferes y trabajadores sólo serán capacitados para poder extraerle mayor cantidad de potencial y se le pagará igual, los sueldos fijos presentarán importantes aumentos de socios a las AFP e Isapres, los mismos dueños de transantiago, no habrá comodidad, falso porque es evidente que la población que se trasladará en los medios existentes supera con creces la capacidad, y de seguridad ni hablar por que los índices de delincuencia muestran que las actividades delictivas que suceden dentro del transporte público es mínimo, por favor ¡No nos dejemos engañar!.

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