viernes, 26 de enero de 2007

En el verano los niños nos tomamos la palabra.

Es evidente en los barrios populares de la ciudad, especialmente en Santiago, que el verano trae consigo una´transformación en los espacios públicos habituales para los más pobres. Las plazas, canchas, esquinas, grifos y las calles, que aún gozan de un bajo tránsito vehicular, son asaltadas por los niños y niñas que tras haber pasado todo un año en la escuela, principal mecanismo de instrucción y control impuesto por la modernidad, se liberan de las garras de los tradicionales profesores positivistas y lsa reglas "de conducta" impuestas por tipos de dudosa reputación como inspectores, directores, y mejor no hablar de los sostenedores. Algo sucede en el ambiente que "revuelve el gallinero", como decimos ante un brote de energia y color, con la presencia de los niños en todos los espacios cotidianos de la vida de barrio. Al querer decir que los niños toman la palabra no me refiero a que en el resto de año estos no la tengan, ni que sus demandas -como las de los estudiantes secundarios y básicos- posean invalidez. Por el contrario es en la época estival cuando las mamás, papás, hermanos, vecinos, tios, etc., y por que no decir las organizaciones sociales de los barrios, comienzan a organizarse puesto que muchos de esos seres mágicos revolucionarios no tienen vacaciones, que es como comúnmente se le denomina a "salir a otro lugar a divertirse y descansar". Es aquí en esta contradicción donde emerge la "resilencia" en los pobladores de la ciudad, donde empiezan a buscar recursos e ingeniarse una serie de ecuaciones societales para poder dar solución a dicha carencia. Es preciso indicar que la resilencia es aquella capacidad que tenemos quienes nos encontramos antes altos grados de adversidad en materia de calidad social y que a pesar de esta dificultad sabemos explotar y promocionar fuerzas, ideas y espíritus en pro de transformar nuestro entorno, y de esa manera mejorar nuestros estándares de educación, salud y vida sana y comunitaria. En mi barrio a ocurrido algo similar. La junta de vecinos, dominada por los viejos estándartes del barrio, con su antiguo modelo de organización vecinal jerárquico, autoritario y deslegitimado es impotente ante la demanda de los niños que se encuentra implicita en el olor de las calles que se impregna de alegria al tenerlos a ellos ocupándolas, transformándolas. En este caso en particular la junta de vecinos de la "Villa 4 de Septiembre" se encuentra sin vigencia. Nosotros, "Los Albomaniakos", y los cabros del "Club Social, Deportivo y Cultural 9 mm" nos propusimos hacer de este verano algo distinto, algo que permitiera conocernos mejor y de esa forma incentivar actividaes colectivas y participativas con los niños del sector. Es por ello que desde fines del año pasado hemos estado desarrollando actividades que le den cuerpo a esta toma de palabra por parte de los niños y junto con los padres, madres, tios y vecinos del sector nos hemos movilizado ante diversas instancias para poder darles un verano deiferente, un verano entreteido a estos peques que sólo se conforman con un espacio de atención, una sonrisa o un simple intercambio de palabras, algo así como "acá estoy, y contigo, participemos". Todo empezó con campeonatos de baby futbol, luego las actividades de navidad, ahora estamos con los cursos de natación y los paseos a la piscina municipal. Seguimos promocionando el deporte organizndo partidos para mujeres, niños y jóvenes, estamos listos para el proximo martes ir al "Buin Zoo" con los chicos y en un par de semana hacer una visita a la "Viña Cousiño Macul" con las mujeres del barrio. No se son miles de cosas que van saliendo en el momento y que seria bueno extenderlas y profundizarlas como el recital que tenemos pensado montar para febrero con la participación de Los Miserables, que son vecinos nuestors, músicos rebeldes solidarios que notan, como lo expresan en sus letras, la precariedad del barrio y la necesidad de que juntos enfrentemos este problema y busquemos una solución en conjunto. En todo caso, a pesar de parecer una función demasiado asistencialista, quiero dejar en claro que acá existe un trabajo político a mediano o largo plazo que se está forjando silenciosamente, puesto que para que los chicos, los pobladores y vecinos puedan entender mejor su posición en la lucha de clases y la necesidad de la acción, como de la praxis, para conseguir transformaciones estructurales radicales deben tener posesión sobre los espacios donde actua, algo asi como un empoderamiento, una toma por asalto de nuestoros espacios cotidianos y transformarlos para hacer de nuestra vida una vida mejor. Espero que todo salga como lo hemos planeado y que los niños se tomen la palabra todo el año, si todo el año, que ese soterramiento que tienen sus palabas y gritos de libertad las tomemos nosotros "los grandes" el resto del año y no caigamos en las burbujas de control que nos da el sistema capitalista como el trabajo y la escuela, sino que seamos capaces de poder complementar nuestra función social con el trabajo de campo, en terreno, palpando la realidad para producir cambios genuinos, autenticos. Adjunto el plan de trabajo a corto plazo para que sueñen conmigo con un mundo diferente.
Programa de Corto Plazo Realización de actividades recreativas y participativas durante época estival en el sector 5 de la Comuna de El Bosque. "Un verano Diferente, un verano divertido"

Población beneficiaria:

  • Niños y niñas entre 4 y 13 años de las poblaciones Ohiggins, Villa 4 de Septiembre, San Andrés, Paula Jaraquemada, Lagos de Chile y Santa Laura. Sector 5 Comuna de El Bosque. En adelante población beneficiaria A
  • Adolescentes y jóvenes entre 14 y 25 años de las poblaciones Ohiggins, Villa 4 de Septiembre, San Andrés, Paula Jaraquemada, Lagos de Chile y Santa Laura. Sector 5 Comuna de El Bosque. En adelante población beneficiaria B.
  • Mujeres entre 23 y 36 años con hijos, en especial madres solteras o mujeres con problemas de violencia intrafamiliar u consumo de drogas de las poblaciones Ohiggins, Villa 4 de Septiembre, San Andrés, Paula Jaraquemada, Lagos de Chile y Santa Laura. Sector 5 Comuna de El Bosque. En adelante población beneficiaria C.
  • Hombres adultos entre 25 y 50 años de las poblaciones Ohiggins, Villa 4 de Septiembre, San Andrés, Paula Jaraquemada, Lagos de Chile y Santa Laura. Sector 5 Comuna de El Bosque. En adelante población beneficiaria D.

Actividades a realizar para el cumplimiento del programa.

  • Actividad de Navidad Sin Fronteras y visita al Estadio Monumental Organizada por la Plataforma de Trabajo Social de la Garra Blanca)
  • Actividad de Navidad Solidaria 2006 (Villa 4 de Septiembre)
  • Actividad recreativa "Campeonato de Baby Fútbol" de fin de año (Canchas Islote Isnipe y Villa 4 de Septiembre)
  • Actividad de verano en la piscina municipal.
  • Cursos de natación para población beneficiaria A.
  • Visitas, paseo y recreación para población beneficiaria A y B.
  • Campeonatos de Baby Fútbol "Tardes deportivas en mi barrio"
  • Campeonatos de corta duración Para población beneficiaria A y C.
  • Campeonato de larga duración (quincena de enero a fines de febrero). Para población beneficiaria B y D.
  • Asistencia a partidos de Colo Colo (Noche Alba * Viernes 19 de enero del 2007). Población beneficiaria A, B, C y D.
  • Actividad "Tardes de cine en mi barrio"
  • Muestra de películas infantiles para la población beneficiaria A.
  • Muestra de películas de cine arte, acción, comedia y cine nacional para la población beneficiaria B, C y D.
  • Visita al Zoológico "Buin – Zoo". Población beneficiaria A.
  • Visita a la hacienda de la "Viña Cousiño – Macul" en la comuna de Buin. Población beneficiaria C.
  • Fiestas Solidarias, fondos para vecinos afectados de enfermedades o carencias materiales críticas. Población beneficiaria B, C y D.
  • Actividad al aire libre "Mi barrio, mi música… mi identidad".

"Irrupción de las barras bravas en el C. S. y D. Colo Colo o la desenfrenada pasión radicalizada".

*Periodo comprendido entre los años 1986-1989*
Fue en plena época de protestas callejeras, por el año 1986, cuando los jóvenes de los barrios populares de Santiago comenzaron a asociarse en torno al concepto de Barras Bravas, concepto reciente que adquirieron de sus similares del fútbol argentino y de los hooligans ingleses. "En un principio en la barra mirábamos qué era lo que hacían en Argentina, copiar la barra de allá, los lienzos, los cánticos, todo. Pero de un tiempo a la fecha eso se fue cambiando porque no quisimos ser una copia de ellos, no quisimos ser una fotocopia de lo que son las barras argentinas, siendo que nosotros somos mucho mas que ellos"1 El descontento generalizado permitió que grupos de jóvenes, desplazando las antiguas estructuras asociativas, expresaran en la calle y en lugares públicos su malestar. Así fue como grupos de jóvenes pobladores se tomaron las calles a través de los grupos de protesta, como el "Movimiento Juvenil Lautaro" y el "Frente Patriótico Manuel Rodríguez"; y de tribus urbanas, como lo eran los punks, thrashers y raperos. Los espacios públicos estaban siendo irrumpidos por estas masas populares. En los estadios de fútbol también así fue que surgieron los barras bravas. La Garra Blanca, de Colo Colo y Los de Abajo, de Universidad de Chile fueron los primeros en atreverse a irrumpir los pasivos tablones del castigado Estadio Nacional. En Colo Colo existía como forma asociativa de jóvenes hinchas la "Barra Juvenil": primer órgano que agrupo a aquellos que no eran "pendejos", pero que tampoco eran "viejos pajeros". No poseían las características violentas ni transgresoras de los barras bravas, jóvenes que al igual que ellos se encontraban excluidos del sistema, pero que necesitaban responder a este de forma más radical, más rupturista. Estos eran los garreros.
La "Barra Juvenil" respondía a las políticas y normas de la dirigencia del club. Esto no gustaba a los emancipadores, que sin saber que eran la punta de lanza de un movimiento, revolucionarían las formas asociativas de los hinchas jóvenes de Colo Colo. Era vox populi que existía una intervención, por organismos de seguridad del régimen militar, en los clubes deportivos más populares (como Colo Colo y la Universidad de Chile) y las barras que estos poseían. No era coincidencia, muchos de sus integrantes en las noches de protestas escondían su rostro de barra brava tras un pasamontaña. El contexto llevó a que se produjeran roces entre estas dos fracciones, una dialéctica rica en historia de resistencia, Barra Juvenil v/s Barristas Marginales. En un comienzo la barra oficial, al igual que la juvenil, coartaron los espacios y la capacidad de organizarse de estos jóvenes marginales que decidieron irse a otro lugar. "Fue algo que se venía dando de a poco, en le grupo juvenil éramos como cincuenta, digo entre comillas, por que a los de poca edad no nos tomaban en cuenta. Y como no podíamos participar en los carretes que hacían ellos, nos marginaban. Y dentro de esos marginados notábamos lideres como el Guatón Jano, un compadre al que le gustaba decir garabatos y rompía con la reglas. Siempre tenía problemas con la directiva, hasta que un día lo echaron por que insultó a un dirigente, y al próximo partido él se puso al medio de la cabecera norte del estadio nacional, cantando solo, y nosotros lo seguimos. Ahí empezó todo"2. La Garra Blanca se configura en esta época, alrededor de 1988, como un grupo sin líderes ni jefes, lo único que los une es su pasión por Colo Colo y la disconformidad con la representatividad que tenía la Barra Juvenil (oficial) del Club. Los hermanos Apablaza, el Infiltrao, el Primo, El Bartix, el José José, el Carlos Hooligan, el Guaton Pepe y otros fueron los primeros en saltar sobre aquellos tablones, que marcados por nuestra historia y memoria de resistencia, acogían a los chiquillos rebeldes tras las escotillas de la puerta número 1 de la Galería Norte del Estadio Nacional. "En ese tiempo no había tanto merchandising. Cada uno tenía su gorro que lo identificaba, eran de esos gorros como los de los heladeros. Uno los pintaba a su pinta y eso era parte de la identidad de cada uno. Nos identificábamos con los hooligans. Los de abajo con las barras argentinas, esta era la actitud. Pero las canciones venían todas de argentina"3. Estos jóvenes no poseían una instrucción política, tampoco la necesitaban. La insurrección de los jóvenes populares hinchas de Colo Colo estaba determinada por las conductas callejeras, esporádicas, viscerales. Era el mismo "lumpen revolucionario" que se apoderó de las poblaciones y tomas entre 1983 hasta comienzos de los 90. Por lo general eran jóvenes que los movía la pasión, pero esta pasión desenfrenada era claramente una respuesta reivindicativa ante el contexto social que se vivía en el país. Estos garreros "tenían otras formas de celebración deportiva que se diferenciaba de las aburridas tardes del estadio en la barra tradicional. Por ahí corría una caja de vino, un pito de marihuana, alguno que otro "Muera Pinochet", incorporando la contingencia política a la consigna deportiva"4. Lo interesante de este proceso es que marcó dentro de esta naciente barra brava la desobediencia civil como eje de acción y agrupación. Como hemos dicho anteriormente, la falta de educación política limitó las capacidades de acción y organización política, entendiendo esta como forma de organización y movilización en conjunto con otras organizaciones marginadas. A pesar de esto muchos respondían al llamado de la insurrección de masas que hacían los movimientos de jóvenes armados. A la Garra Blanca también se le puso pesada la pista, a fines de los ochenta la represión golpeó fuerte los tablones de la galería norte del Estadio Nacional. "Cuando el Peter (Dragicevic), el año 89, si no me acuerdo, nos quiso echar a la policía, iban a buscar a los integrantes… al Rodilla, mandaban a buscarlos a las casas, investigaciones, por lo brava que se puso la barra"5. Es por eso que por lo general se agrupan en bandas, grupos de jóvenes que al tiempo pasaron a llamarse piños. Durante estos primeros tiempos la cantidad de hinchas no daba para que estos pudiesen tener la compleja red existente actualmente. Estas bandas las conformaban en primer lugar jóvenes de una misma comuna, población, barrio o sector de la ciudad, esta era la identidad territorial. Como segunda forma asociativa se encontraban las tribus urbanas. Estos por lo general se agrupaban en torno a sus gustos musicales, los cuales estaban ligados fuertemente a su pensamiento político antisistema, estos podían provenir de distintos sectores de Santiago para juntarse ne el mismo sector en el estadio o en alguna tocata en "Serrano 444", el "Taller el Sol" o la "Sala Lautaro". Una tercera forma asociativa se manifestaba mas ligada a las actividades delictivas. Estas por lo general respondían a las formas territoriales de asociatividad pero pude percatar que "caleta de cabros, de distintos lados se juntaban a "choriar" en el centro. Se conocían en la barra y como cachaban como iba la mano se ponían de acuerdo pa´ hacer una peguita"6. En esta fracción se encontraban los pungas, los nacientes y muy nuevos "cumas" y los "choros", ya fuesen estos mecheros, "cogoteros", "monrreros", "lanzeros", etc. Estos grupos tenían como eje regulador de sus acciones la desobediencia civil, la que se configuraba bajo conductas "sin dios ni ley". Se juntaban en las esquinas que acordaban como pucaras naturales en sus barrios o puntos de encuentro, se compraban su copete, se fumaban su pito y al ritmo de las palmas, o el improvisado bombo del techo de la micro, rompían la voz hasta llegar al templo de su devoción, el Estadio. En esta época, al ser tan pocos, no tenían conflictos internos. Los garreros se manifiestan de manera solidaria. No entraban al estadio si alguien estaba afuera, "macheteaban" en clanes, como hienas que esperan el paso de su presa. "Cuando recién se armó la garra éramos mas unidos, yo cacho por que éramos pocos, teníamos que hacerle frente a las madres, a los pacos y a los de la juvenil, siempre nos pintaban los monos, éramos como un bicho raro"7. Las formas asociativas antes mencionadas vivieron durante sus inicios y hasta mediados de 1989 como allegados pues el Estadio Nacional, siendo el estadio de todos los chilenos, no era la ruca que estos indios aguerridos necesitaban. Fue así como la inauguración del Estadio Monumental convulsionó las formas de agruparse de estos barristas. Es un tema de identidad, de territorialidad, de espacios que forman canales de participación y desarrollo. Con estos cambios surgen dialécticas en las políticas de represión del club sobre los barristas y de demandas de estos sobre los primeros.
  1. Cifuentes Marién; Molina, Juan Carlos. "La Garra Blanca: entre la supervivencia y la transgresión, la otra cara de la participación juvenil. Santiago de Chile 1995-2000. U. Arcis, 2000. P.114.
  2. Las Últimas Noticias, 23 de Marzo de 1997. José Arnaldo Pérez.
  3. Entrevista a Nani, 2 de julio del 2005.
  4. Pedro Lemebel, "Las Barras Bravas (o la enamorada enrancia del descontrol)" en Revista Punto Final del 27 de Enero de 1999. http://puntofinal.cl/990122/artext.html.
  5. Cifuentes, Marien; Molina Juan Carlos. Op Cit. Iidem
  6. Entrevista a "pelacable", 18-junio-2005.
  7. Entrevista a "Carlos Hooligan", 17-junio-2005